Nuevamente los grosos de Jason Fried and David Heinemeier Hansson me cautivan con otro de sus libros “It Doesn’t Have to Be Crazy at Work”, como hace unos años me cautivaron con su libro “Rework”.
En este libro volvieron recargados y con nuevas experiencias que fueron aprendiendo de llevar adelante la empresa Basecamp. A través de capítulo cortos y dinámicos comparten prácticas que han implementado en su organización y los resultados que han obtenido de cada una.
No es mi intención hacer una reseña del libro, igualmente lo super recomiendo a quiénes estén curiosxs por conocer nuevas maneras de organizarse entre personas, generar reglas y acuerdos, y tomar decisiones propias más allá de lo aprendido — y muchas veces repetido — de la empresa tradicional.
FOMO
Uno de los conceptos que más me llamó la atención y que me permitió observarme en relación a las redes sociales fue el síndrome FOMO — Fear Of Missing Out (temor a perderse algo). Este tipo de temor o ansiedad social se caracteriza por el deseo de estar constantemente “actualizadxs e informadxs” de lo que está ocurriendo y no perdernos nada imporante.
Actualmente, las redes sociales pueden reforzarnos esta preocupación y derivar en que nos pasemos gran parte del día chequeando las notificaciones, chats, emails, posteos, historias, mensajes en grupos, etc, etc, etc, y, por ende, que estemos distraídxs y atentxs a los sonidos que emergen de nuestros dispositivos electrónicos (celular, notebook, ipad, etc).
Lo importante
Como anticipé al comienzo, este capítulo del libro me permitió, además de acercarme este nuevo concepto llamado FOMO, observarme y preguntarme
¿cuán importante es para mí estar “actualizado e informado” de lo que pasa en las redes sociales?
quitando el peso de la “responsabilidad a las redes y sus notificaciones” y empezar a poner conciencia en mi emocionalidad y capacidad para decidir.
Con esta sóla pregunta llegué a una primera conclusión:
no va a pasar nada si me pierdo de algo en las redes
y me resultó aliviador darme cuenta que lo que dentro de las redes está ocurriendo no me interesa realmente, o mejor dicho, no me interesa tanto como para estar revisándolo como lo estaba haciendo.
Pasar a la acción
Luego de este pequeño-gran cambio de observador — como llamamos los coaches al insight o revelación de una manera de ver diferente — decidí pasar a la acción y luego de investigar un poco me encontré la novedosa funcionalidad de Android llamada Digital Wellbeing (bienestar digital), que en iPhone se llama Screen Time.
Lo primero que me llamó la atención es que estaba dedicando en promedio unos 30 min a Instagram por día y 20 min a Linkedin y Facebook, lo cual me pareció bastante más tiempo del que creía que las utilizaba. Así que decidí como primer experimento limitar el uso de cada una a 15 min.
Soy consciente de que cambiar nuestros hábitos lleva tiempo y más si no lo teníamos en conciencia, es por eso que lo llamo experimento porque por ahora voy a aprovechar de estas “limitaciones externas” para, en el mediano plazo, validar si me ayudaron a lograr nuevos hábitos sostenibles en el tiempo.
Otra acción, que ya había implementado hace tiempo pero mejoré un poco más, fue quitar las notificaciones de todas las aplicaciones. Las únicas que dejé activas son las de los mensajes de whatsapp directos, ya que considero que esos son importantes para mí — junto con las llamadas telefónicas.
De los 7 días de experimentación vengo observando unos primeros resultados como el aumento de mi tiempo de lectura promedio semanal de 10 a 40 min. diarios, e intentar aprovechar mis 15 min. diarios “en las redes” en cosas que considero importantes.
Más JOMO
Volviendo a Basecamp y sus prácticas disruptivas, la invitación que nos hacen Jason y David es animarnos a “disfrutar de perdernos de algo” (JOMO — Joy Of Missing Out) porque de esta manera vamos a poder frenar las interrupciones innesarias que nos quitan de foco y nos desconcentran de lo importante — lo que para cada persona signifique esta palabra.
No creo en las fórmulas mágicas ni las recetas que apliquen para todas las personas, equipos, ni organizaciones sino que confío en la exploración, experimentación y aprendizaje mutuo, para desarrollar un mayor bienestar.
Con lo cual, me parece clave que si queremos “menos FOMO y más JOMO” empecemos experimentando con nosotrxs mismxs y nos registremos en el corto y mediano plazo para ver qué nos ocurre a nivel emocional, relacional y actitudinal.
Quizás tomar conciencia del concepto FOMO sirve de puntapié inicial para empezar a ocuparnos de nuestro bienestar digital.
Así que si algo de todo lo expresado te hizo sentido, ¡me va a encantar saber cómo te fue en tu experimentación!